jueves, 18 de junio de 2015

INOCENTE TRAIDORA


 Siempre lo envolvió con sus ojos
De mirada tierna.
Siempre lo amarró con besos
De miel y almíbar.
Siempre sus palabras de amor
Derribaron las murallas de los celos
Y siempre siempre le clavó puñales
De traición en sus espaldas.
¿Cómo iba a sospechar de esa mirada
De blanco puro e iris cristalinos?
La palabra dulce y la caricia lenta
Lo llevaban al cielo..
Pero ese ángel de candor
Era un demonio.
Su candidez era el anzuelo para enredar incautos
Como una viuda negra
Que se aparea y, luego…
Asesina a su amante.
Este ángel no, jamás…
Mantenía su imagen pura
Ante sus amantes
Como una Mesalina revivida
Y cuando ya el hombre no daba más
Lo desechaba como un periódico de ayer.
Mi amigo, el que ocasionó estos versos,
Se convirtió en viudo negro
Y esos ojos verdes
Ya no me miran como me miraban.

Edgar Tarazona Angel