viernes, 29 de julio de 2011

NIÑA HERMOSA




Dianita es hermosa,
su rostro es angelical,
me sumergí en el azul
de sus ojos
y  navegué,
para luego naufragar
en el océano de su mirar...

Edith Matallana

RESIGNACIÓN



Acércate un poco más
apoya tu cabeza en mi regazo como tantas otras veces lo has hecho
y escucha con atención lo que voy a decirte:
Me estoy muriendo
Tú no lo sabes ¿Cómo habrías de hacerlo si no te das cuenta de nada?
El caso es que mi corazón ya no resiste mucho ¿Sabes?
Se rompió. Así de fácil e inexplicable como se escucha.
Se fracturó en mil pedazos
resquebrajando mi ser, mi centro…mi fuerza toda.
Soy culpable de lo que pasa
porque nunca hice caso a sus lamentos y quejas
Lo condené a una existencia infértil y sombría
¿Quién puede resistir tanto dolor?
Callando día con día
Ocultando besos cobardes en la almohada sin vida
Ahogando lágrimas y pesares entre hojas repletas de poesía.
No te extrañe entonces este desenlace
Tenía que suceder…
No hay corazón que sustente tantas noches frías
Porque si bien es cierto que estás a mi lado
con esas lágrimas de ángel
humedeciendo el cielo azul de tus ojos idolatrados
También lo es el que tu mirada siempre tuvo destinos
que nada tenían que ver conmigo.
Por eso agonizo…
Pues no soporté la visión de mil estrellas teniendo tan cruel sueño fallido
Cuando los besos se lanzan al viento y éste los regresa intactos, virginales y marchitos
y la respiración se agita sin motivo aparente a pesar de la soledad hiriente
Cuando las dudas encuentran la respuesta tan temida
y en medio del delirio los labios se abren pronunciando tu nombre tan querido…
Destierro,  rechazo y  amor no correspondido
¿Qué remedio más eficaz existe que no sea morir sin miedo?
Se acabarían las tormentas, los dolores infinitos
el clamor de este órgano débil y carcomido por el olvido
enmudecería con la muerte, se diluiría en el silencio eterno
de la vida infinita…¡Cuánto placer! ¡Dejar de sufrir! ¡Parar de sentir!
Pero a pesar de todo amanece y aquí sigo
Estoy muriendo amor, escucha lo que te digo.
Me lo implora el corazón…
”Por favor ¡Muere conmigo!”
suplica en cada latido
Quiero dejar de luchar, abandonarme por fin
parar de sufrir…
Pero no puedo…
Estoy muriendo…
aunque sigo viviendo…
Acaso la muerte me alcanzó en vida y por eso vivo
Acaso la vida se convirtió en muerte y por ello muero
Me estoy muriendo amor…
Pero te amo
Y este amor, lo sé bien.
Jamás será correspondido…
Elena Ortiz Muñiz

FANTASIAS...


¿Poeta yo?
Quiero escribir mis versos y no puedo,
Se me escapan de mis manos como el agua
Entre mis dedos, se van lejos muy lejos de mí,
Parecen palomas…
Voy al espejo desconcertado y le pregunto:
¿Dónde está el poeta que hay en mí?
Lo miro, me mira, y me devuelve una imagen que no es mía,
Es la de un hombre vencido por las soledades,
El miedo y los recuerdos.

Me he vuelto a enamorar es cierto,
a ese amor quiero escribirle mis versos,
Me debato entre lo que es,
Y no debe ser.
Ella es una potra salvaje,
pide lo que no puedo darle
Sus besos me enloquecen,
Atizan las brasas del fuego que fui ayer,
¿Dónde me llevará esa mujer?
Si sé que no es mía, ni nunca lo será…
Edith Matallana (Paisita Parisina)